lunes, 10 de febrero de 2014

SALMOREJO


Como este blog anda (de momento) un poco flaco, creo que vamos a tener que darle una alimentación extra durante unos cuantos de días, a ver si engorda.

Hoy comerá salmorejo. Es una sopa fría que me aprendí en mis andanzas por las Córdobas y que utilizo mucho para elaborar el  sushi de jamón ibérico (que ya vendrá la receta ya, amenazo con que sí...) y otros.



Ingredientes: 1 kg de tomate raf muy maduro (o, en su 
                      defecto, uno bueno que encuentres en el super)
                      125 grs de pan (a ser posible pan pan y corteza 
                      incluída)
                      1/2 pimiento verde mediano (si es del maceto, mejor)
                      125 grs de aceite virgen extra (un cornicabra de 
                      Toledo, cojonudo)
                      1 diente de ajo grandote
                      12 grs de vinagre de vino blanco
                       sal al gusto

Preparación:  Meter todo (salvo el aceite) troceado al vaso batidor 
                       y darle un buen meneo. Parar unos minutos pa que 
                       no se nos queme el motor y volver a darle caña a 
                       tope añadiendo, poco a poco, el aceite. Cinco 
                       minutos serán suficiente para que todos los 
                       ingredientes se desintegren y nos quede una cosa 
                       maravillosa y super cremosa.

En mi caso, usando el vaso batidor (que por cierto, hoy me lo he cargado y mañana mismo y urgentemente tengo que ir a comprarme otro nuevo) no es necesario colar por que tanto la costra del pan como las pepitas y la piel del tomate quedan totalmente integradas en la crema. Ahora, si utilizais una batidora de brazo eso ya es otra historia y tendreis que pasar la mezcla por un pasapurés a fin de  eliminar todos los restos que dicho artilugio no es capaz de desintegrar.

Bueno, ahora solo hay que dejar enfriar el preparado. 

Y os digo una cosa, como está más bueno es al cabo de dos o tres días de reposo. Con esa brutal cantidad de aceite que yo le meto aguanta hasta diez días en el frigo sin ningún problem.

Cuando no me lo cepillo en los miles de sushis que hago, suelo merendármelo con costrones de pan de centeno y espolvoreado de alga dulse. Aunque lo suyo y más ortodoxo es ponerle huevo duro y jamoncito del bueno bien picado por encima.



Bon profit!!!


3 comentarios:

  1. Pues te sugiero que con el tomate añadas una cucharadita de azucar, para frenar la acided del tomate y realzar su sabor
    Si quieres un efecto en boca diferente, añádele un chorro de agua con gas (no limonada ni nada azucarado, solo gas) frío a la hoaa tomarlo

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  2. perdón no es Jore, debería decir Jorge

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  3. Jorge, llámame rara pero es que a mí me gusta la acidez natural del tomate. Probaré lo del agua con gas, pero poquita, que a mí el salmorejo me gusta muy espeso.
    Gracias y un beso.

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